LUNES - 08/02/2021 - Santa Josefina Bakhita
*DEL EVANGELIO DE HOY* -Marcos 6, 53-56
*Los que lo tocaban se ponían sanos*
Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron. Cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaban los enfermos en camillas. .. y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.
*REFLEXIÓN*
La gente ha reconocido a Jesús como alguien especial, alguien que llena y cambia la vida. *Muchos le admiran, otros le buscan por necesidad, Jesús no excluye a nadie.*
La gente quiere tocar al menos el manto de Jesús. *Reconocen que quien tiene poder de perdonar pecados, quien tiene poder de curar es un enviado de Dios.* Tocar algo de Jesús, incluso el manto, como algo propio, también es causa de sanación. Es llamativo el texto en el que nos dice que con solo tocar el manto de Jesús la gente se curaba. *No solo tiene poder de curar sus palabras, sino también tocar su cuerpo, tocar a Jesús.*
Todo el ser de Jesús, desprende vida, es fuente de vida para los que creen en Él. *Todo ello refleja que Él es la fuente de la vida, hasta dar la vida a los que han muerto.* Es sorprendente. Es algo único, nadie jamás ha hecho algo igual.
*Hoy también podemos tocar a Jesús, Él ha querido quedarse en medio de nosotros en la Eucaristía,* así ha querido continuar presente al decir: "Haced esto en memoria mía". No participes en la Eucaristía de forma pasiva, como si fuera una repetición, sino un momento de encuentro con Jesús. Él se hace presente por la acción de su Espíritu, que vive Resucitado.
*Quien se acerca a los signos reales de su presencia hoy: Sacramentos, Palabra, oración, Iglesia, comunidad, la caridad,* también recibe la fuerza de Jesús por su Espíritu que sigue actuando, porque Cristo vive para siempre (Rm 6,9). *Así Él puede seguir sanando nuestras heridas,* nuestros miedos, nuestros complejos, nuestros errores, la raíz de nuestro pecado, nuestras debilidades, y hasta nuestra condición física.
*Toca a Jesús en la Eucaristía, y déjate tocar por él, sanará tu corazón,* tu miedo, tu desconfianza, tus heridas, podrás ser sanado si lo vives con fidelidad.
_¡Déjame tocarte, Jesús, Y sentir tu presencia real en cada Eucaristía!_
MARTES - 09/02/2021 - San Pablo Miki
*DEL EVANGELIO DE HOY* - Marcos 7,1-13
Fariseos y escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?" Él les contestó: "Bien profetizó Isaías de vosotros: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres."
*REFLEXIÓN*
Los judíos dan excesiva importancia a las tradiciones y sus normas y Leyes. *Jesús resalta la ausencia de Dios, porque se quedan en lo accesorio, y su corazón está lejos de Dios.* Cuando las tradiciones se convierten en las tradiciones de los hombres, sin el sentido original, pierden su capacidad de llevarnos a Dios.
Por ello, *Jesús insiste en la necesidad de poner a Dios en el centro de la vida, así como la referencia a los mandamientos de Dios* por encima de las tradiciones sin referencia real del corazón con Dios.
Hoy también tenemos ese riesgo *si vivimos las tradiciones religiosas sin que hagan crecer la fe, y la vivencia de Dios,* sino que se quedan en ritos puntuales, de momentos destacados, pero que no dan consistencia y permanencia a la relación con Dios.
Renueva tu fe, y que cada celebración religiosa te haga posible tener una relación personal de hijo con Dios. *No te quedes en tradiciones que no te hacen vivir a Dios cada día. La fe en Dios, como relación personal, viva,* es algo más que celebrar determinadas tradiciones y fiestas, es algo para la vida de cada día, que se vive y se celebra en comunidad cristiana.
En el Evangelio, Jesús es claro, *reconoce a Dios como centro de la vida, porque la vida del ser humano necesita que tenga los principios y valores del bien Dios, y de los hijos de Dios.* Por ello nos enseña a Orar diariamente a Dios, a buscar su plan en nuestra vida, a amar y ser misericordioso, a perdonar, ayudar, y dar testimonio de su bondad en la vida.
_¡Oh Dios, que te pueda buscar de corazón cada día de mi vida!_